La necesidad de una educación financiera básica se ha hecho especialmente relevante tras la última gran crisis financiera y económica que han vivido los países occidentales. Sus terribles consecuencias en las economías domésticas, han hecho saltar todas las alarmas, ante la certeza de que nada se va a resolver con eficacia, si los ciudadanos no mejoran sus niveles de conocimiento en estas materias, sobre las cuales toman decisiones cada día.

Hablar de dinero en familia y en sociedad parece no estar bien visto. Sin embargo, nosotros pensamos que estar informado minimiza riesgos y, si una familia está en una situación vulnerable económicamente, es más necesario que nunca que todos sus miembros sepan qué se puede esperar y ayuden a revertir esa situación antes de que no haya remedio.